El día sábado 4 del Noviembre fui testigo de un hecho que me ha conmovido profundamente y es por ello, que desde una perspectiva simple, escueta y muy personal, quiero compartirlo con Uds…. Concurrí ese día a nuestra querida Universidad a un emotivo acto recordatorio; un homenaje a un valioso hijo de Concepción, Químico-farmacéutico, ex - alumno de nuestra casa de estudios. Su nombre, Carlos Contreras Maluje. Sé que para muchos de nosotros su memoria no pasará inadvertida; para otros tal vez, un vago recuerdo; también habrá quienes no tengan ninguna noción de su paso por esta vida. Se cumplían ese día 30 años desde su desaparición; hecho que truncó su vida a los 29 años de edad…
Y lo notable, lo grandioso, lo que para mí realmente es digno de destacar en este contexto de exaltación de valores afectivos y principalmente el de la Amistad, es que allí, 30 años después, estaban sus amigos de entonces, sus amigos de hoy, sus siempre amigos; manteniendo viva su memoria, dándole un sentido a su vida y a su injusta e innecesaria muerte; recordándole, expresándole sentimientos, extrañándole; reconociéndolo con su abrigo negro; su pelo desordenado, sus gruesos lentes, sus preguntas incesantes..
“ Nuestra amistad nació en el hogar central, en Los Tilos, en una peña de la escuela de Sociología, en la semana mechona, en el club español con un metro cuadrado de cerveza y su correspondiente pichanga o en el cholguazo de varios dias y noches de Lirquén…”
“Estas circunstancias son las que permiten encontrarnos, conocernos, amarnos, respetarnos, integrar un grupo maravilloso de compañeros y amigos y que, a 28 años de la diáspora generada por el golpe militar, sentimos la necesidad de volvernos a encontrar, ya mayores, pero con tantas cosas en común y motivados por la posibilidad de seguir contribuyendo a la misma lucha que nos juntara hace tres decenios. Seguramente son pocas y raras las experiencias similares a las de este colectivo.”
No fue precisamente una grata tarea estar en esa instancia tan cargada de emociones, de pesares y desconsuelos, sin embargo, tras el verdadero drama vivido, quise rescatar y hacer una analogía con lo que nosotros, en nuestro propio colectivo hemos ido construyendo en torno a este bien tan preciado que es la Amistad…
Les parece?
4 comentarios:
Andreita
Comparto plenamente tus sentimientos y la comparación de ambos “colectivos” puede resultar tan igual como tan radicalmente distinta…y aún así sigo creyendo que el sentido de ambos es correcto y el mismo.
Nuestro grupo se está consolidando poco a poco, está sentando sus bases, día a día se fortalece más y más, en las cosas simples de la vida, pero también en las cosas que realmente no entregan esa felicidad que anhelamos; lo demás llega sólo y será parte de la cosecha de una buena siembra que hagamos todos de aquí en adelante. Pase lo que pase, esto perdurará para siempre.
Un abrazo.
Recuerdo el caso de Carlos Contreras Maluje y tal como dices Andrea, hay una demostración a expresada través de la asistencia a ese acto que expresa que, por muchos años que hayan pasado, existen quienes se reunen también, esta vez, con un motivo distinto del nuestro, pero manifestando en el fondo, un valor común con nuestros encuentros anuales, esto es, que el pasado que compartimos, alegre, triste o como haya sido, genera lazos indestructibles en las personas.
Celebro tu sensibilidad y que nos muestres y recuerdes, lo que es el sentido de permanecer conectados.
Un abrazo y gracias por llamarnos a la reflexión una vez más.
Andrea, reina, amiga, hermana... ¿Cómo no quererte?.....he leído varias veces tu texto me lleno de emoción... me disparas el corazón.... me bajo siempre en la misma estación... Los Tilos..... me bajo de ambos colectivos....busco nuevas respuestas a la misma pregunta Porqué Carlos? .... Porqué así? ..... pero no la encuentro.... Llacolén seguirá llorando también por Carlos.....llanto-contradicción...llanto-injusticia....llanto-confrontación....llanto-impotente...llanto-permanente...
..pero es necesario, Llacolén no llora en vano....cada lagrima riega una flor...flores que veo en tu corazón....flores de solidaridad, flores de esperanza, flores de la verdad, flores de justicia, flores de libertad, flores de amistad, flores de hermandad, flores de encanto...tienes tremendo corazón...tienes todas las flores.......privilegiado Carlos que vive en ti....¿cómo no quererte?
...y el dolor ? .....la confrontación ?....que decir ? ....que hacer ? .....lo que haces siempre... repartir las flores que hay en tu corazón .....
...por lo mismo...... si subes nuevamente a algún colectivo del dolor....lleva mi corazón....yo sufriré en vez de ti....tu debes continuar repartiendo flores.....las necesitamos.....
Un abrazo para todos......
Tienen toda la razón, quizás por eso queremos tanto nuestro portal, porque ahí va quedando parte de nuestra vida, recordamos a los que ya se fueron como nos recordarán cuando nos vayamos, y quizás lo último que quede sea nuestro portal, como testigo de que aún mas allá de esta vida nos seguiremos recordadndo.
Cada lágrima riega una flor...
Un abrazo.
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